martes, 10 de octubre de 2017

La leyenda de la mujer encadenada

Leyenda corta de la mujer encadenada

En nuestro país existen un sinfín de construcciones o edificios que resaltan por su historia, algunas veces es su arquitectura particular, eventos sociales importantes lo que nos hace recordarlos, pero hay otros, y se cuentan por muchos, los que tienen relación con algún suceso paranormal.
En esta ocasión se trata de una de las primeras construcciones hechas en Celaya, La Casa del Diezmo, un lugar que en la década de los setentas fue utilizada como cede alterna para La Casa de la Cultura de esa ciudad, debido a las mejoras que estaban realizándose en el Ex-Convento de San Agustín, edificio principal de esta dependencia. En ese periodo, alumnos y maestros vivieron hechos insólitos e inquietantes que se recuerdan claramente hasta el día de hoy.
Imagen relacionadaSe impartían distintos tipos de clases en varias disciplinas, tratando de aprovechar al máximo el espacio, aunque no estuviese diseñado para ello, así fue como los integrantes del grupo de danza llegaron al patio de la casa del diezmo, y fueron estos estudiantes los que mayores detalles tienen de lo ocurrido, pues durante uno de sus ensayos, un alumno cayó al suelo fulminado, estuvo desmayado largo rato, con dificultades para reponerse. Una semana más tarde todos habían minimizado el incidente alegando que se trataba de la mala alimentación del joven. Pero, sucedió nuevamente, llamando la atención del Director Zarsosa.
El encargado de la Casa de la cultura, le pidió al alumno que visitara un médico, el cual no tuvo ningún inconveniente en extenderle un certificado de salud al muchacho debido a que estaba completamente sano y en capacidad de realizar los esfuerzos físicos que la danza requería. Pero, poco significó este papel, cuando el muchacho tuvo un tercer desvanecimiento, sólo que en esta ocasión el alumno entró en trance describiendo una extraña escena de una joven encadenada, doliente a causa de numerosas heridas en su cuerpo, y con profundo pesar en su rostro.
De inmediato, el directivo tomó cartas en el asunto, llamando a uno de sus colegas, el Prof. Herminio Martínez, un conocedor de la parapsicología. El joven fue sometido a distintos exámenes para comprobar la veracidad de sus palabras, se llegó a la conclusión de que no mentía y empezaron a contactar personas estudiosas de ese tipo de fenómenos.
Se sabe que el chico obtuvo la ubicación exacta del cuerpo de la mujer encadenada, y se comprobó que el cadáver estaba ahí, sin embargo, por razones que desconocemos este no ha podido ser recurado, y el espíritu de la joven sigue ahí,
de cuando en cuando tocando a alguna persona, mostrando la misma visión, esperando que alguien finalmente pueda ayudarla.

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